lunes, 25 de agosto de 2014

Acerca de la desesperación


“La desesperación es del humano, no del ser que nos guía a la libertad.

Cuando todo parece estar quieto es cuando el movimiento es doble, por el simple hecho de que estamos removiendo viejas estructuras, viejos dogmas, ya sea de vidas pasadas o de la educación con la cual nos alimentamos.

Pero, déjenme decirles que todo lo que hoy somos viene desde antes. Solamente basta con ver qué nos pasa hoy en sentimiento, pensamiento y acción.

Aquí y ahora, podemos crear todo lo que deseemos: la vida nos va a poner delante lo que debemos sacarnos para poder llegar al Gran Éxito de lo que hayamos creado.

Es por ello que, debemos hacernos cargo de lo que alguna vez dijimos que íbamos a hacer, porque todo lo que somos en personalidad es la cantidad de luz que yace libre de cadenas en nuestro interior.

Nosotros escogimos pasar por todo lo que pasamos en las experiencias humanas. Antes de nacer las reglas y leyes se nos fueron puesta delante por los sabios, enseñándosenos cada paso. Los sabios, que son sirvientes de la ley, dan servicio para que los espíritus individualizados cumplan con su deber.

Asimismo, los seres que deciden experimentar sirven al amor para que el Creador pueda cumplir con su objetivo, así sea por la ley del karma, ley de vibración, de magnetismo o de polaridad.

Me refiero a que los que experimentan cumplen con el plan divino de perfección, mientras que los sabios cumplen con el plan pero desde el “sostener", es decir, tiene que ver con mantener la dirección y el camino por el cual los que experimentan tiene que ir para cumplir.

Por eso, cuando elegimos a nuestra familia en determinada vida, es para evolucionar unidos. 

Justamente, es el lugar donde uno puede encarnar con su otro par, es decir con su reflejo.

Nuestra personalidad viene desde mucho antes que tuviéramos la encarnación en estos tiempos. Todo lo que hoy somos no es la causa de los padres o madres sino que somos el efecto de nuestra propia causa, y la causa de nuestro efecto.

Tomando conciencia de esto podemos comenzar a liberarnos completamente, pidiendo liberación al fuego sagrado de la trasmutación que quema, consume y disuelve para siempre todo lo que no sea perfecto.

Cuando hablamos de la “ilusión”, lo hacemos muchas veces como si nos pesara la palabra o si fuera triste lo cotidiano. Justamente, amando la ilusión, la mismísima ilusión se libera a sí misma.

Démosle todo nuestro amor a la ilusión porque el amor libera; uno lo integra en el ser y, a partir de ese instante, la ilusión y el espejismo dejan de existir.

Por esto es que debemos amarlo todo: porque el amor ama al amor.

Sólo en ése momento, la ilusión y los procesos son honrados como lo que son: parte de ese gran amor que nos invitó a vivir la existencia; lo que fue instaurado para convertirnos en maestros de las energías.”

Gracias a todos por estar y ser parte.

Emir Salazar.-

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